Redeia, como gestor global de infraestructuras esenciales, se esfuerza de manera constante para avanzar hacia los objetivos de sostenibilidad que contribuyen a construir un futuro más sostenible, enmarcados dentro de su Plan de Sostenibilidad 23-25. Para asegurar una gestión responsable del negocio, algunos de estos objetivos se centran en la integración ambiental de las instalaciones en el entorno.
En esta línea de actuación, se puso en marcha el Proyecto CICA, en colaboración con uno de los principales suministradores de aisladores poliméricos del mundo, SHEMAR. En el proyecto colaboran dos empresas del grupo: Red Eléctrica, transportista único y operador (TSO) del sistema eléctrico español, y Elewit, plataforma tecnológica de Redeia.
El Proyecto CICA se basa en la implementación de crucetas poliméricas aisladas (CICA) para el desarrollo de líneas de transporte de energía eléctrica. Se trata de una solución que ofrece, entre otros, los siguientes beneficios:
- Reducción del impacto ambiental y social: Al disminuir el ancho de la servidumbre de vuelo y las dimensiones de los apoyos, se minimiza la afectación ambiental y social.
- Eficiencia en infraestructuras: Se reduce el peso de las infraestructuras, el tiempo de montaje y los costes de operación y mantenimiento.
Colaboración con SHEMAR
SHEMAR, es una compañía que promueve el progreso del sector eléctrico a través de la innovación y que cuenta con más de 1.000.000 de aisladores instalados en subestaciones y más de 800.000 aisladores en líneas. La solución de sus crucetas poliméricas aisladas cuenta con una doble funcionalidad, ya que proporcionan soporte mecánico al conductor y aislamiento eléctrico. Además, su mantenimiento es reducido al utilizar silicona HTV de alta transferencia de hidrofobicidad.
Ventajas de las crucetas poliméricas aisladas (CICA)
La aplicación de la solución de crucetas poliméricas aisladas puede resultar segura y económica en la actualidad, especialmente en lugares con mayores costes de servidumbre y con altas restricciones ambientales y sociales. De hecho, la implementación de proyectos con esta solución reduce aproximadamente en un 20% el uso de acero de los apoyos, el hormigón de las cimentaciones y el ancho de la franja.
La tecnología CICA cuenta con un gran potencial para la repotenciación de líneas existentes, ya que permite aprovechar las infraestructuras para transmitir más energía sin tener que cambiar los apoyos. Adicionalmente, el avance de dicha tecnología permite considerar una vida útil de los aisladores compuestos de al menos 30 años.
Además, el menor tiempo de montaje reduce los riesgos para los trabajadores, mejorando las condiciones de seguridad y salud laboral. La reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera mediante el menor consumo de acero, así como la reducción de residuos generados en la fase de operación, durante el mantenimiento y el reciclaje de los materiales una vez cumplida su vida útil, son solo algunos de los principales beneficios de implementar la tecnología CICA.