Adara Ventures protagoniza el primer ElewitChat de noviembre. Especializada en “Enterprise Digital Tech”, cuenta ya con su tercer fondo. La participación en el fondo Adara III supone para ambas el intercambio de información sobre oportunidades de inversión, evaluación de sectores clave y de su entorno competitivo, búsqueda de oportunidades de coinversión y la identificación de posible negocio para startups con el Grupo Red Eléctrica (y aplicables al sector global de infraestructuras críticas). Alberto Gómez es managing partner de Adara Ventures y, a continuación, desgrana su enfoque, filosofía de trabajo y retos futuros.
Pocas gestoras en España cuentan con tres fondos, ¿Cómo es Adara III y como habéis llegado hasta aquí?
Ciertamente, llegar al tercer fondo para nosotros es muy importante por el logro que representa y también por la experiencia acumulada que supone para nuestro equipo. Adara III es un fondo de € 80 millones (un 70% superior al promedio de los anteriores) que nos da la capacidad para ampliar el equipo de la gestora, apoyar de forma más relevante a aquellas empresas de la cartera que escalan y se globalizan y jugar un papel más relevante en inversiones en otros mercados europeos donde también vemos oportunidades.
El tercer fondo se basa en una visión de mercado, una estrategia de inversión y la credibilidad de los socios fundadores. Este tercer fondo se fundamenta en los resultados ya obtenidos de fondos anteriores, nuestro enfoque en sectores clave de innovación y tecnología, la capacidad demostrada de agregar valor a participadas, la evidencia de los éxitos cosechados y retornos atractivos y un equipo con una metodología y ética de trabajo que trasciende a los socios fundadores. Casos de éxito previos – como AienVault (comprada por AT&T) o Playgiga (comprada por Facebook) - los vemos también en proceso de ser imitados o superados por empresas como Seedtag, Stratio o 4iQ.
El equipo de la gestora es un grupo diverso e internacional, de 9 personas, con Rocío Pillado ahora como socia y miembro del Comité de Inversiones (junto a Nico Goulet y yo). Además, contamos con un equipo de 3 profesionales más para el análisis de inversiones, aparte del personal de soporte administrativo de los fondos. Por lo tanto, pensamos que estamos aún en una etapa intermedia de nuestra evolución y que la gestora debería aumentar en tamaño y cobertura (tanto geográfica como de sectores), aumentando el volumen y número de vehículos de inversión gestionados.
¿Cuál es vuestro enfoque, filosofía y target de inversión?
Nuestro enfoque es el llamado “Enterprise Digital Tech”, que incluye sectores tales como cybersecurity, cloud computing & infrastructure, enterprise IT/software, data & analytics, (v) digital health, y hardware & components. Nuestra filosofía de inversión se basa en que la confluencia del cloud computing, la movilidad, los datos como herramienta competitiva y la inteligencia artificial aplicada, que actualmente están acelerando la transformación digital de empresas en todos los sectores de la economía. Tanto las empresas europeas grandes como las medianas y pequeñas tienen retos críticos que resolver a través de nuevas tecnologías digitales y son una base de clientes idónea para startups enfocadas en soluciones B2B.
Europa puede sustentar el desarrollo de empresas que escalan y se globalizan y tenemos tanto el talento técnico y emprendedor como la competitividad en costes y sostenibilidad que nos permite generar resultados comparables con Silicon Valley. Este enfoque en “Enterprise Digital Tech” es atractivo no sólo por el tamaño de los mercados B2B sino porque incorporan propiedad intelectual e innovación a nivel de producto/tecnología que suponen ventajas competitivas para un posterior desarrollo global. Esto eventualmente también resulta en valoraciones atractivas en el momento del “exit”.
En Elewit consideramos la inversión en fondos, una herramienta más de nuestra estrategia de innovación abierta. ¿Cómo valoras la colaboración con Elewit?
Nuestra colaboración con Elewit supone una pieza clave en nuestra estrategia de mantener relaciones de trabajo cercanas con jugadores de referencia en sectores importantes de la economía española. Representa, además, una apuesta importante por el modelo de colaboración entre una unidad corporativa de innovación y un fondo independiente. Nuestra intención es compartir conocimientos, experiencias y oportunidades con Elewit y, a su vez, aprovechar la inteligencia que proviene de la actividad industrial del Grupo Red Eléctrica. Se trata de una relación “win-win” para ambos.
Tendría que enfatizar que en esta consecución de objetivos está siendo clave el buen encaje personal entre los equipos de trabajo. En ese sentido, la relación entre los diversos miembros del equipo de Adara y todo el equipo de Elewit es fantástica. Hay una comunicación fluida, de confianza, productiva y eficiente. Estoy convencido de que a través de nuestro “sourcing” y selección de inversiones hemos logrado enriquecer el flujo de oportunidades que llegan a Elewit. Además, en este año 2020 tan difícil, afectado por la pandemia, destacaría la revisión conjunta que hemos realizado sobre el sector de ciberseguridad y la co-inversión que se ha generado en la empresa de “threat intelligence” CounterCraft, entre Adara y Elewit, y cuya ronda de inversión también ha contado con la participación de fondos internacionales como eCapital, Evolution Equity e In-Q-Tel. Todavía nos quedan muchas cosas por hacer, pero vamos avanzando a un ritmo muy bueno.
En estos 15 años de experiencia analizando y gestionando fondos, ¿cuáles son las principales lecciones que has aprendido? ¿Destacarías alguna operación en concreto?
Las lecciones son muchísimas y creo que una de las más importantes es la necesidad de mantener cierta humildad y deseo de aprendizaje continuo. Es preciso reconocer patrones, aplicar las experiencias del pasado y apalancar relaciones, pero también es importante reconocer que cada empresa invertida y cada equipo de fundadores tiene un camino de desarrollo único y particular.
Partiendo de ese principio, mi opinión es que para desarrollar empresas que realmente escalan y se desarrollan a nivel global hay dos factores fundamentales. Primero, hay que elegir un mercado objetivo que sea suficientemente concreto como para demostrar valor recurrente a clientes en los inicios, pero que también tenga suficiente tamaño como para soportar crecimiento y masa crítica relevante en las etapas más maduras. Por otro lado, el equipo de fundadores debe tener la capacidad para liderar la empresa hasta lograr el “product-market fit” pero también la sabiduría necesaria para reconocer la necesidad de incorporar talento directivo nuevo, delegar responsabilidades y permitir la industrialización de la empresa a medida que crece y acumula éxitos.
Como experiencia relevante, me resultaría difícil no destacar el caso de AlienVault, ya que, en sus 10 años de desarrollo, desde su origen en Madrid/Granada hasta establecerse en Silicon Valley, ha superado notablemente los retos mencionados antes y ha logrado algo que muy pocas startups españolas y europeas han conseguido.
¿Cómo valoráis el ecosistema de innovación y emprendimiento en España? ¿Y el segmento de venture capital en España frente a otros países europeos y a referentes como Israel o Estados Unidos?
El ecosistema de emprendimiento en España está evolucionando muy favorablemente. Las cifras demuestran un crecimiento sostenido en volumen de inversión de alrededor del 20% anual de 2016 a 2019, impulsado por el capital invertido por inversores internacionales. En 2020, las cifras han disminuido por el efecto COVID, pero el número de operaciones se ha mantenido y la actividad de inversores nacionales ha sido determinante.
Es más, el capital gestionado por gestoras dedicadas a España ha aumentado por cuatro entre si comparamos el periodo 2008-2013 frente al de 2014-2019. Esto se ha visto refrendado por una mayor actividad de parte de unidades de innovación y corporate venturing en grandes empresas nacionales, que eran muy escasas hace varios años y que ahora son más habituales. Esto último es importante no sólo para el ecosistema de creación de nuevas empresas sino para mantener la competitividad de las empresas más importantes del país, en una economía global que exige dicha innovación y transformación digital a empresas de todo tamaño.
No obstante, a pesar de la buena evolución no cabe duda de que España todavía está a la cola de las principales economías europeas, de EE. UU. y de Israel en cuanto a actividad de innovación y emprendimiento. Nuestro reto está en acelerar la marcha y competir en un entorno cada vez más global, creando casos de éxito que sustenten el desarrollo económico y que atraigan talento y capital extranjero para apoyar el nacional.